1. Obtén instrucción de un experto antes de usar una embarcación.
Ninguna persona nace sabiendo. Siempre es conveniente hablar con el experto de un tema concreto, en este caso de navegación en kayak, y aprovecharnos de esos años de experiencia para no caer en errores básicos.
2. Usa siempre chaleco salvavidas.
A priori, puede parecer que el chaleco salvavidas sólo debería utilizarse en aguas bravas y/o
profundas, pero no. El chaleco salvavidas es un elemento de obligado uso en cualquier actividad acuática, y es que nunca sabemos cuándo podemos tener cualquier problema. Un río puede parecer muy manso, y sin embargo albergar corrientes que nos pueden causar problemas si no vamos prevenidos.
3. Asegúrate de estar vestido adecuadamente.
Dependiendo de la temporada y de la zona, podremos ir simplemente con la ropa de baño, o será necesario llevar traje de neopreno, para aplacar las bajas temperaturas tanto del ambiente como del agua. Asimismo, si el calor es excesivo, es muy recomendable taparnos la cabeza para no sufrir una insolación, y tener cuidado con las quemaduras (no olvides el protector solar).
4. Asegúrate de conocer técnicas básicas de primeros auxilios, contar con un botiquín y con equipo de seguridad y rescate.
Si no vamos con un guía experto que se haga cargo de estos elementos, debemos hacerlo nosotros mismos. Y es que podemos encontrarnos con una emergencia médica en medio de la naturaleza, donde la ayuda tardará en llegar. Para ello, deberás aprender las técnicas básicas de primeros auxilios, y llevar un botiquín en el bidón estanco.
5. Chequea detenidamente tu equipo antes de usarlo.
Si revisamos el material antes de cada uso, podremos detectar a tiempo cualquier anomalía (rotura, desgaste, etc.) y evitar así posibles accidentes. Es fundamental una revisión del equipo antes de cada salida.
6. Nunca remes solo.
Aunque nos creamos muy capaces, debemos evitar las salidas en solitario, ya que, en caso de accidente o de cualquier percance, nadie más podrá prestarnos su ayuda, ni avisar a los servicios de emergencias, lo cual nos hace correr un riesgo innecesario.
7. Si remas en kayak por un lago no te alejes de la costa.
Como en cualquier gran masa de agua, en los lagos se pueden formar corrientes que pueden complicarnos la navegación. Es preferible remar junto a la costa, ya que si nos adentramos en el interior, podemos encontrarnos con peligros que, de la otra forma, evitaremos.
8. Si no tienes experiencia en ríos de montaña, rema siempre en compañía de algún experto. Por fácil que parezca el río, existen peligros que no podrías identificar.
Los ríos de montaña pueden resultar muy imprevisibles, y presentar variaciones extremas en tramos muy cortos. Por ello, es absolutamente imprescindible conocer el tramo en el que se va a navegar. Si tú no tienes estos conocimientos, tendrás que ir acompañado de un guía profesional.
9. Ten especial cuidado durante y después de inundaciones. Anticipa los cambios climáticos.
Las características de los ríos se ven muy afectadas con las crecidas por inundaciones. Por ello, la navegación es muy complicada en esos momentos. Evítala, en la medida de lo posible, y si no, ve acompañado de un guía experto que pueda asesorarte en todo momento.
10. Sé honesto contigo mismo, no excedas tus habilidades.
Nadie te conoce mejor que tú mismo. Sé sincero contigo, y piensa hasta dónde puedes llegar. No corras riesgos innecesarios por querer llegar a sitios para los que no estás preparado.
El descenso en kayak es un deporte fascinante, y te proporcionará momentos inolvidables sin nada que temer, siempre y cuando cumplas este sencillo decálogo.
Ten siempre presente este consejo: la diversión no está reñida con la seguridad.
¡No lo olvides!
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